viernes, 8 de febrero de 2013

El acuerdo con Irán traiciona la Justicia-POR SERGIO BERGMAN LEGISLADOR DE LA CIUDAD (PRO)

Van por todo. También por Irán. La estrategia de ir por la AMIA no es por la causa. - Es por los intereses. Traicionar principios, degradar causas nobles procesadas en el relato “nacional y popular” es una metodología demagógica y populista que tiene objetivos muy específicos. Mientras se reglamenta la Comisión y se verifica qué pactaron con el acuerdo de reemplazar a la Justicia argentina, develamos la única verdad: nos mienten y no nos dicen a cambio de qué nos entregaron. Traicionan la causa AMIA por caja y por el intento de llevar a la Argentina a ocupar el lugar de Venezuela como cabecera de desembarco latinoamericano de Irán. El móvil económico: quemadas las reservas, emitiendo billetes sin respaldo, al ritmo de una inflación exponencial con fondos de uso discrecional orientados exclusivamente al consumo interno, aislados del mundo, y sometiendo a intendentes y gobernadores en un año electoral. Irán por Irán, irán por fondos. Sea petróleo, negocios vía YPF, acuerdos comerciales en una balanza que crece en dirección opuesta a quienes aíslan a Irán por su carrera armamentista nuclear y por ser una teocracia fundamentalista y terrorista. Nada le impide al Gobierno nacional negociar. Argumentando interés en destrabar la causa, logran lo contrario: atan a la Justicia y se entregan a los iraníes. Conociendo el pragmatismo del Ejecutivo, todos sabemos que no lo hacen a cambio de nada. Sólo nos falta saber por qué y por cuánto. El móvil geopolítico: ante el ocaso de Chávez, el eclipse de Cuba y la competencia con Ecuador o Bolivia, la política exterior argentina, con su nave insignia en Cancillería, ya no quiere seguir la ruta de Venezuela, sino liderar el alineamiento latinoamericano al régimen de Irán. Nos mandan a discutir el memorándum de acuerdo para distraernos, sin decirnos qué negociaron. Ahora, cuando leemos el funcionamiento de la Comisión de la “verdad”, ya sabemos que es mentira. Nos entregaron. Sofisticados en el relato ideológico, son burdos al no poder disimular más lo que encubren: caja y poder. No resisten el archivo cuando se erigen como paladines de las banderas, que abandonadas en el pasado, ya profanaron en el presente más cercano. Lo que en su momento habíamos valorado, que era denunciar a Irán, apoyar a la Fiscalía Especial de Investigación y defender la causa, ahora lo entregan con la intención de blanquear y negociar con Irán. Mientras el mundo libre y respetuoso de las leyes se aleja y aísla al régimen de los ayatolas fanáticos, Argentina se alinea y obedece cediendo a sus condiciones. El Gobierno nacional puede sostener retóricamente principios que valoramos, pero que quedan cancelados cuando demuestran no tener escrúpulos al negociarlo todo.