martes, 26 de febrero de 2013

EL ASESINO EN LA PUERTA

uente: The Wall Street Journal- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba Un activista danes de la libertad de expresion sobre el dia que un hombre armado disfrazado de cartero intento matarlo. 20/2/13 por Lars Hedegaard Copenhague Un psicologo policial me ha dicho que despues de un intento contra tu vida, las cosas pueden parecer en cierta forma borrosas. Despues de un rato los detalles de lo que sucedio pueden volverse repentinamente claros a medida que recuerdas mas y mas de este suceso angustiante. Esa no ha sido mi experiencia. Lo que tuvo lugar el martes 5 de febrero, esta tan claro y vivido para mi ahora como lo estuvo segundos despues que sucedio. Poco despues de las 11 a.m., estaba preparandome para dejar mi departamento para el viaje de media hora a la oficina de mi diario en Malmo, Suecia, cuando sono el portero electrico. El portero no funciona apropiadamente—yo puedo escuchar que tengo visitantes pero no comunicarme con ellos. Tampoco puedo hacerles un timbre para que entren. Abri una ventana en mi departamento para ver quien estaba debajo en la puerta del frente. Un hombre vestido con campera roja con el logo del servicio postal danes estaba esperando en la puerta. El dijo que tenia un paquete para mi. Respondi que no podia tocar para que entrara y en cambio bajaria para recibir el paquete. Baje y abri la puerta del frente. El hombre repitio que el tenia un paquete, el cual me entrego. Mientras yo sostenia el paquete (el cual la policia mas tarde determino que estaba vacio), el inmediatamente saco un arma y disparo a mi cabeza. Entre que tome el paquete y el disparo hubo menos de un segundo, asi que no tuve atisbo de lo que estaba sucediendo. La distancia entre nosotros debio haber sido menos de un metro. No obstante, el erro. El entonces procedio a manotear la pistola a fin de amartillarla para un segundo disparo. Yo tire mi puño derecho a su cabeza, y mi accion lo confundio lo suficiente como para que arrojara el arma. Despues de un forcejeo, el recupero el arma poer no pudo hacerla disparar. Entonces el huyo. Lamentablemente, el se las arreglo para escapar con el arma. La policia encontro un agujero de bala en la pared y un cartucho. Juzgue que mi atacante estaria alrededor de los 25 años y seria un inmigrante o descendiente de inmigrantes—muy probablemente de un pais arabe o posiblemente Pakistan. El hablo danes sin acento. Desde el intento de asesinato, yo he estado viviendo bajo proteccion policial y, como tengo 70 años de edad, muy probablemente tenga que hacerlo asi por el resto de mi vida. A pesar de campañas intensivas—la policia de Copenhague ha establecido una fuerza de tareas de 20 hombres para lidiar con el caso—no ha sido hecho ningun arresto y por consiguiente no puede ser establecido ningun motivo. No obstante, todos los que han comentado sobre el incidente han asumido que el motivo es politico. A algunas personas no les gusta lo que yo he estado diciendo o escribiendo en los ultimos años, y ellos quieren silenciarme. Es dificil precisar exactamente que puede haber provocado al pistolero o a los que pueden haberlo enviado. Durante años yo he sido un activista por la libertad de expresion—desde el año 2004 como presidente de la Sociedad de Prensa Libre de Dinamarca. Yo he sido un critico abierto del supremacismo islamico y de los intentos para imponer la ley de Sharia islamica en Dinamarca y el Occidente. Junto con mi distinguida colega sueca Ingrid Carlqvist, recientemente he lanzado un diario semanal en idioma sueco llamado Dispatch International—para la gran insatisfaccion de los principales medios de comunicacion suecos, los cuales probablemente son los mas politicamente correctos en el mundo occidental y estan en absoluto acuerdo en todo tema de cualquier consecuencia. Dispatch International es critico de la inmigracion masiva a Suecia y Dinamarca desde paises del tercer mundo y asume una vision sombria del Islam. Como consecuencia, hemos sido vituperados como "racistas." No lo somos. Simplemente insistimos en nuestro derecho a defender la libertad, democracia, el imperio del derecho, y la igualdad individual y sexual. Tambien insistimos en nuestro derecho a criticar a los fanaticos religiosos de toda veta que intentan imponer leyes y costumbres teocraticas sobre sociedades libres. Cuando yo era un joven marxista durante las decadas de 1960 y 1970, estas opiniones solian ser descriptas como caracteristicas de la izquierda politica. En nuestros dias los defensores de tales posiciones son llamados rutinariamente de derecha o pertenecientes a la "extrema derecha." Mientras tanto, lo que solia ser la izquierda esta mimando a hombres santos qeu quieren que las mujeres adulteras sean lapidadas, que los homosexuales sean colgados, que los apostatas del Islam sean asesinados, y que leyes de 1200 años que emanan de alguna parte en el desierto arabe reemplacen nuestras constituciones libres. En mi pais natal de Dinamarca, la reaccion ante el asesinato fallido ha sido principalmente una de horror. Casi todos los politicos y medios de comunicacion importantes lo han condenado. Dicho sea de paso, algunos diarios han aprovechado esta oportunidad para enfatizar que despreciable racista soy, pero al menos ellos expresan su satisfaccion porque yo no este muerto. No asi en Suecia, donde trabajo la mayoria del tiempo. Los medios de comunicacion suecos o han dado a entender que yo he inventado el incidente a fin de colocarme como un martir—lo cual hubiese requerido una importante conspiracion involucrando a la policia y Servicio de Seguridad daneses—o ellos parecen decepcionados porque mi repartidor no fue un mejor tirador. Que sigue? Desafortunadamente, el intento contra mi vida es uno en una ola de asesinatos politicos o intentos de asesinatos que ha arrasado Europa desde que el Ayatollah Khomeini emitio su llamada fatwa contra Salman Rushdie en 1989. Algunos han sido asesinados—entre ellos el politico holandes Pim Fortuyn y el cineasta holandes Theo van Gogh. Otros, como la escritora Ayaan Hirsi Ali, han sido obligados a abandonar Europa o pasar a la clandestinidad. Yo estoy determinado a no ser silenciado, pase lo que pase. Me rehuso a vivir en un mundo gobernado por la pistola. Sr. Hedegaard, periodista e historiador, es el fundador de la Sociedad Internacional de Prensa Libre y editor en jefe de Dispatch International.